martes, 20 de julio de 2010

La noche que volvió Bersuit

La otra noche, sin mayores precisiones por ahora, volvió Bersuit Vergarabat. Así como lo lees. Así de simple, sin promociones ni River lleno y mucho menos rueda y gira de prensa promocional. Pintó. Nadie lo sabía, ni los propios Bersuit. Fue en el lugar menos pensado: Summum de Lanús y en el momento menos esperado.

La cosa es que el 2 de julio estaban anunciados Juan Subirá y De Bueyes. Uno, el tecladista y lado escuro de Bersuit y quien contrarrestaba al costado fiestero de la banda. Los otros, casi todos sin el Pelado Cordera. Tempranito, llegó Carlos Martín, el baterísta que fue invitado por los das agrupaciones que tocaban esa noche y que no formó parte de ninguno de los proyectos tras la separación. Faltaban Tito Verenzuela y Gustavo Cordera para que Bersuit estuviese a pleno.

Tras el show de Juan Subirá, que terminó con los De Bueyes en escena recreando temas de la vieja época, el público estaba con ganas de algo más de la Vergarabat. Acaso por esas ganas pocos vieron que desde el público ganaba posiciones hasta bambalinas el Pelado Cordera. Arrancó el show de De Bueyes, los que habían visto al ahora morador uruguayo entre las sombras se entusiasmaban con una mini reunión. Los que lo vieron subir al escenario se extasiaron y para cuando Juan Subirá completó la escena, había vuelto la Bersuit. Faltó Tito, pero por unos minutos volvió la Bersuit: El Viejo de Arriba sonó como nunca y como desde hacía más de un año no sonaba.

Sonó, lo escucharon las 300 personas -muñeco más, muñeco menos-, que habría en Summum esa noche y a medida que crezca el mito, ese número se multiplicará hasta que algún calcular se avive que en el boliche de Lanús no entran más de 500 personas. Una noche volvió la Bersuit, para poca gente, sin promoción, ni nada. Faltó Verenzuela... y los pijamas.

(Nada más triste que blog abandonado, dijo un amigo el otro día. Bueno, acá un principio de reanimación para un espacio moribundo)